Son múltiples las soluciones existentes para crear una pared de separación entre jardines colindantes, dotando así al exterior del hogar de una mayor intimidad respecto de nuestros vecinos.

En muchos casos se opta por crear pantallas de seto, poner vallas opacas de separación o incluso muros que permitan obtener este resultado. Otra de las alternativas es crear una pared con brezo, como hemos hecho para uno de nuestros clientes.

Entre sus ventajas cabe destacar que resulta menos costoso que cubrir todo el espacio con algún tipo de muro o cerramiento y por otro lado, no requiere el mantenimiento de un brezo tradicional.

No obstante, a la hora de encargar o solicitar su instalación es importante tener en cuenta ciertas consideraciones para obtener un resultado óptimo:

• El brezo debe ser de calidad. De otra forma no se conseguirá una opacidad total y la duración del mismo será menor.

• La superficie de colocación debe ser firme y tener huecos que permitan la fijación. Se recomienda realizar los trabajos sobre una valla metálica de rombo, con una estructura sólida, tensa y correctamente fijada al terreno. De otra forma, el peso del brezo o el propio aire podrían hacer que todo el conjunto se viniese abajo.

• Por último, la colocación del brezo debe hacerse progresivamente, trabajando en su fijación a lo largo de secciones verticales, para lo que será necesario crear anclajes a diferentes alturas, tensando debidamente toda la superficie del mismo.

Como siempre, os dejamos algunas imágenes del resultado final esperando que os sean de utilidad, os den ideas y sobre todo, que os gusten.

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